AIDA: Acción

Después de captar la atención del visitante, despertar su interés por lo que ofreces y generar un auténtico deseo, debes decirle lo que quieres que haga a continuación, a que tome acción.

Tienes que pedir al consumidor que actúe en el sentido que tú quieras. Es decir, que se convierta en tu cliente contratando tus servicios, que compre tu producto, que te deje su información de contacto, etc. Todo depende de lo que según sea el objetivo de tu oferta.

En el momento de la acción cabe el deber de pedir al consumidor que lo compre varias veces como un empuje final hacia la adquisición de un producto o servicio. Esto lleva a que el consumidor se sienta presionado en comprar algo que necesite o desee. Además, puedes añadir en el último momento un bonus. Algún otro producto o servicio añadido que fortalezca la oferta final. Ej. Por la compra de este aparato electrónico, llévese una garantía de 30 días totalmente gratis.

Otro punto importante de tener en cuenta es el de facilitar el proceso de compra al consumidor. Una opción es de tener diferentes opciones de compra con diferentes rangos de precios. Además, de diferentes modos de pago como el pago mensual o anual. Así el consumidor la tendrá fácil a la hora de escoger lo que mejor le convenga en el momento y realizar la compra. Muchas veces los consumidores prefieren pagos mensuales que no les afecte la economía como en un único pago.

También puedes citar consecuencias negativas si el consumidor por algún motivo decide no comprar el producto ahora. Ej. Decir que alguna oferta se caduca en tal fecha específica, o el producto tendrá otro valor luego de alguna fecha límite. Luego de eso puedes motivar al consumidor otra vez con alguno de los beneficios más importantes de tu producto o servicios. Recalca una vez más la gran transformación que va experimentar su vida.

Reforzando a las consecuencias negativas como movimiento estratégico de ventas, añade algún elemento de urgencia como algún descuento si lo compra ahora, o un bonus por un tiempo limitado. Además, debes mencionarle que no hay riesgo en lo que va a adquirir. Sin embargo, si el cliente no está satisfecho, le haces saber que le puedes devolver el dinero. Esto le dará un respaldo al consumidor a sentirse tranquilo ante cualquier obstáculo que se le pueda presentar. Con todas estas cosas en mente, debes intensificar esa presión en el consumidor para que se haga con tu producto ahora mismo.

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